Melisa (Melissa officinalis)
La melisa que también debe su nombre de hierba de limón a su aroma cítrico, es originaria de la zona este del Mediterráneo. Es larga su tradición como hierba medicinal y se le puede encotrar en muchos jardines de todo el mundo. Es una planta resistente que puede alcanzar los 30 años. Sus pequeñas flores discretas (en Junio, Julio y Agosto) son visitadas a menudo por abejas, a ello debe su nombre que proviene de melisso-phyllon = hoja de abeja, gr. melitos = miel).
Suelo: rico en nutrientes, bien drenado y arenoso, y rico en humus, arcilloso. En el jardín debe abonarse con humus una vez al año, en macetas se pueden usar fertilizantes de largo plazo al replantarlas.
Luz: Sol o semisombra.
Multiplicación: Por esquejes, antes de floración, también se pueden hacer esquejes de los brotes que salen del rizoma. La multiplicación por semillas se hace presionando sobre el sustrato sin cubrir con tierra y no se deben regar por encima para que las semillas no queden demasiado húmedas, mejor rociar con agua.
Alta temperatura de germinación por encima de los 22 ºC.
En invierno: Resistente al invierno. Planta perenne, mejor ubicación en áreas duras cubiertas de maleza.
Usos:
En la cocina: en ensaladas, en dulces, en crema de Quark con hierbas, en licor de hierbas, las hojas frescas en té (Hervir agua, dejar enfriar, poner las hojas, retirarlas después de 8 minutos y ya se puede tomar). Las hojas de la melisa nunca se deben hervir.
Conservar las hojas es un poco complicado, deben ser recolectadas muy cuidadosamente (son sensibles a la presión) a 35º y secadas en sombra. Hay que almacenarlas en botes de cristal oscuro. La Melissa officinalis tiene el más alto contenido en aceites esenciales antes de la floración, recolectar mejor en una tarde soleada.
Asimismo, una buena alternativa al secado es la congelación de las hojas secas.
En el hogar: Para añadir a cremas para pieles sensibles y secas. Para enjuagues bucales.